La guía de Clara

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Barrios

Barrio de Mouraria A dos pasos del centro se extiende el barrio de Mouraria en Lisboa; adentrarse en sus enrevesadas callejuelas es como perderse por cualquier pueblo de Portugal, con sus casas bajas y sus soleadas placitas, solo que en plena ciudad. Placita en Mouraria Placita en el corazón de Mouraria. Su nombre lo dice todo: fue en Mouraria donde los mouros que dominaban la ciudad encontraron el último reducto para su supervivencia en Lisboa durante la Edad Media, tras la reconquista de los cristianos que culminó con la toma del Castillo de San Jorge. Fue precisamente a sus pies donde creció de forma irregular este barrio de la Morería donde hoy se mezclan varias generaciones de familias portuguesas con inmigrantes chinos y bangladesíes. Street art en Mouraria El street art en Mouraria atestigua el carácter multicultural del barrio en la actualidad. Pero Mouraria esconde, además, un secreto a voces: es la cuna del fado en Lisboa. Y decimos que es un secreto a voces porque aunque los lisboetas saben bien qué significa Mouraria para la historia viva de la ciudad, la mayoría de viajeros, por desconocimiento, pasan de largo de este barrio que es, sin embargo, una visita imprescindible para nosotros. La gloria se la lleva su vecino barrio de Alfama y pocas rutas turísticas se asoman a este lugar donde el turismo apenas ha penetrado (y muy tímidamente). Entre los muros del barrio más antiguo y castizo de Lisboa cantó sus primeros versos Severa, esa prostituta vecina de Mouraria que buscaba atraer a los clientes con melodías llenas de nostalgia que acabarían por ser el germen de la canción nacional portuguesa por excelencia: el fado. En nuestro tour de fado en Lisboa recorremos los rincones más auténticos del barrio de Mouraria de la mano de nuestro guía en español, al tiempo que disfrutamos de un picoteo portugués acompañado por fado en directo. Una experiencia diferente e inolvidable que no te puedes perder si visitas Lisboa por primera vez. Severa en Mouraria Homenaje a Severa, que aparece con la mantilla negra típica de las fadistas. Una muerte temprana por tuberculosis y una tumba sin identificar en el humilde Cemitério do Alto de São João contribuyó a engrandecer la leyenda de la joven Severa y hoy podemos ver una placa en la entrada de su antigua vivienda, convertida en un acogedor restaurante con farolillos y paredes blancas. Mapa de Mouraria Mapa de Mouraria, donde se señalizan los principales retratos y lugares relacionados con el fado. Así pues, aunque el origen del fado no es muy claro, la mayoría de expertos coinciden en que nació en Mouraria en algún momento del siglo XIX y desde allí se extendió por el resto de la ciudad y del país. A pesar del paso del tiempo, en Mouraria las cosas parecen haber cambiado poco en lo que concierne al fado, y aún es habitual encontrar fados vadíos en muchas tascas del barrio o incluso escuchar a alguna vecina del barrio tarareando fados mientras tiende la ropa. Una vecina tiende la ropa en un balcón de Mouraria Una vecina tiende la ropa en un balcón de Mouraria. Es más: Mouraria homenajea a los mejores fadistas en su particular paseo de la fama situado en la Rua do Capelão, en cuyas paredes lucen los retratos de grandes de la canción portuguesa como Argentina Santos, Fernando Maurício o la inolvidable Amália Rodrigues, culpable de «refinar» este canto de origen poco refinado. Los fadistas de la Rua do Capelão Los fadistas de la Rua do Capelão. Frente a ellos, una tasca estrechísima a espaldas de la casa que habitó Maria Severa, y donde Antonio, su dueño, lleva más de 40 años sirviendo chupitos de ginjinha entre las paredes forradas de pósters y retratos relacionados con el mundo del fado. Y que no falte un altar dedicado a San Antonio, patrón no oficial de Lisboa, en este curioso local bautizado como «Os Amigos da Severa». Taberna Os Amigos da Severa Taberna Os Amigos da Severa. Pero las calles de Mouraria no solo presumen de fadistas; en este barrio claramente popular los vecinos tienen un protagonismo especial gracias al proyecto de la fotógrafa inglesa Camilla Watson, afincada en Lisboa desde hace años y amante del barrio de Mouraria. Estudio de Camilla Watson en Mouraria Puedes visitar el estudio de Camilla Watson en Mouraria. Así pues, entre Largo dos Trigueiros, donde se encuentra su estudio, y Beco das Farinhas, los vecinos más célebres de Mouraria presumen de barrio inmortalizados en una serie de fotografías que pueden contemplarse a lo largo de toda la calle. Doña Egilda, vecina de Mouraria Doña Egilda, vecina de Mouraria. Cuenta la fotógrafa que los vecinos se mostraron muy dispuestos a colaborar en la iniciativa: El proyecto de Camilla Watson «Um tributo», el proyecto de Camilla Watson. Viendo sus sonrisas abiertas hacia la cámara… hay que creerla. Doña Zulmira Y doña Zulmira. En Mouraria, barrio de diversidad cultural y espíritu muy portugués al mismo tiempo, quienes conviven son tan importantes como cualquiera de sus famosos fadistas y aquí nadie concibe no saludar al vecino cuando la vida cotidiana se desarrolla de ventana a ventana. Si buscas dónde comer en Mouraria, te recomendamos hacer una visita a O Forno do Alfarrabista (Beco dos Cavaleiros 11), Zé dos Cornos (Beco dos Surradores 5) y O Trigueirinho (Largo dos Trigueiros 17), todos ellos de cocina tradicional portuguesa, y O Cantinho do Aziz (Rua das Fontainhas a São Lourenço, 5), un restaurante mozambiqueño barato y delicioso. Nuestro paseo por Mouraria debe comenzar en Martim Moniz, junto a la blanca capilla de Nossa Senhora da Saude (cuando estés junto a ella, echa un vistazo al suelo. ¿Te suena lo que ves? Es la silueta de la iglesia plasmada en el empedrado a escala real). Iglesia de Nossa Senhora da Saúde Iglesia de Nossa Senhora da Saúde (¡fíjate en el suelo frente a ella!). Desde aquí puedes enfilar por la Rua do Capelão, que encontrarás un poco más adelante, a mano derecha. rua-capelao-mouraria-lisboa Desde ahí te recomendamos callejear (sin perderte calles como Beco do Jasmin, Rua dos Trigueiros o Beco das Farinhas) hasta terminar junto a las Escadinhas de São Cristóvão, un vistoso graffiti mural inaugurado hace pocos años donde quedan plasmados de forma divertida algunos de los elementos y protagonistas más significativos del fado. Escadinhas de São Cristovão Escadinhas de São Cristovão. Severa se agarra con descaro a Fernando Maurício, el rey -sin corona- del fado, rodeados por los temas más habituales del mismo y algunos símbolos de la ciudad, como la sardina que alimenta a todos los que disfrutan de las fiestas de San Antonio en junio: Escadinhas de São Cristovão Severa y Fernando Maurício representados en las Escadinhas de São Cristovão. También aparecen los cuervos (que según la leyenda acompañaron de vuelta a Lisboa los restos de San Vicente, patrón sí oficial de la capital). Escadinhas de São Cristovão El cuervo, otros de los símbolos de Lisboa, en las Escadinhas de São Cristovão. Desde aquí desembocarás en la Rua da Madalena; no termines aquí: continúa adentrándote ahora en el barrio de Alfama, y busca una tasca típica donde calentar el estómago con un caldinho verde y escuchar fados a media luz. Fado de Amália Rodrigues Representación del fado «Povo que lavas no rio» de Amália Rodrigues: «Povo que lavas no rio/Que talhas com o teu machado/As tábuas do meu caixão». Por cierto: antes de entrar en la Rua da Madalena, justo al salir de las Escandinhas de São Cristovão, echa un vistazo a tu derecha: este local mínimo alberga una de las librerías más antiguas, curiosas y pequeñas de Lisboa. Una pequeña librería en Mouraria La pequeña librería que desemboca en la Rua da Madalena. Conocer el barrio de Mouraria en Lisboa es imprescindible y necesario para profundizar en el lado más auténtico de la ciudad. Al lado de casa, en la plaza de Martím Moniz hay un gran supermercado CONTINENTE´.
45 명의 현지인이 추천하는 곳
Moorish Quarter
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Barrio de Mouraria A dos pasos del centro se extiende el barrio de Mouraria en Lisboa; adentrarse en sus enrevesadas callejuelas es como perderse por cualquier pueblo de Portugal, con sus casas bajas y sus soleadas placitas, solo que en plena ciudad. Placita en Mouraria Placita en el corazón de Mouraria. Su nombre lo dice todo: fue en Mouraria donde los mouros que dominaban la ciudad encontraron el último reducto para su supervivencia en Lisboa durante la Edad Media, tras la reconquista de los cristianos que culminó con la toma del Castillo de San Jorge. Fue precisamente a sus pies donde creció de forma irregular este barrio de la Morería donde hoy se mezclan varias generaciones de familias portuguesas con inmigrantes chinos y bangladesíes. Street art en Mouraria El street art en Mouraria atestigua el carácter multicultural del barrio en la actualidad. Pero Mouraria esconde, además, un secreto a voces: es la cuna del fado en Lisboa. Y decimos que es un secreto a voces porque aunque los lisboetas saben bien qué significa Mouraria para la historia viva de la ciudad, la mayoría de viajeros, por desconocimiento, pasan de largo de este barrio que es, sin embargo, una visita imprescindible para nosotros. La gloria se la lleva su vecino barrio de Alfama y pocas rutas turísticas se asoman a este lugar donde el turismo apenas ha penetrado (y muy tímidamente). Entre los muros del barrio más antiguo y castizo de Lisboa cantó sus primeros versos Severa, esa prostituta vecina de Mouraria que buscaba atraer a los clientes con melodías llenas de nostalgia que acabarían por ser el germen de la canción nacional portuguesa por excelencia: el fado. En nuestro tour de fado en Lisboa recorremos los rincones más auténticos del barrio de Mouraria de la mano de nuestro guía en español, al tiempo que disfrutamos de un picoteo portugués acompañado por fado en directo. Una experiencia diferente e inolvidable que no te puedes perder si visitas Lisboa por primera vez. Severa en Mouraria Homenaje a Severa, que aparece con la mantilla negra típica de las fadistas. Una muerte temprana por tuberculosis y una tumba sin identificar en el humilde Cemitério do Alto de São João contribuyó a engrandecer la leyenda de la joven Severa y hoy podemos ver una placa en la entrada de su antigua vivienda, convertida en un acogedor restaurante con farolillos y paredes blancas. Mapa de Mouraria Mapa de Mouraria, donde se señalizan los principales retratos y lugares relacionados con el fado. Así pues, aunque el origen del fado no es muy claro, la mayoría de expertos coinciden en que nació en Mouraria en algún momento del siglo XIX y desde allí se extendió por el resto de la ciudad y del país. A pesar del paso del tiempo, en Mouraria las cosas parecen haber cambiado poco en lo que concierne al fado, y aún es habitual encontrar fados vadíos en muchas tascas del barrio o incluso escuchar a alguna vecina del barrio tarareando fados mientras tiende la ropa. Una vecina tiende la ropa en un balcón de Mouraria Una vecina tiende la ropa en un balcón de Mouraria. Es más: Mouraria homenajea a los mejores fadistas en su particular paseo de la fama situado en la Rua do Capelão, en cuyas paredes lucen los retratos de grandes de la canción portuguesa como Argentina Santos, Fernando Maurício o la inolvidable Amália Rodrigues, culpable de «refinar» este canto de origen poco refinado. Los fadistas de la Rua do Capelão Los fadistas de la Rua do Capelão. Frente a ellos, una tasca estrechísima a espaldas de la casa que habitó Maria Severa, y donde Antonio, su dueño, lleva más de 40 años sirviendo chupitos de ginjinha entre las paredes forradas de pósters y retratos relacionados con el mundo del fado. Y que no falte un altar dedicado a San Antonio, patrón no oficial de Lisboa, en este curioso local bautizado como «Os Amigos da Severa». Taberna Os Amigos da Severa Taberna Os Amigos da Severa. Pero las calles de Mouraria no solo presumen de fadistas; en este barrio claramente popular los vecinos tienen un protagonismo especial gracias al proyecto de la fotógrafa inglesa Camilla Watson, afincada en Lisboa desde hace años y amante del barrio de Mouraria. Estudio de Camilla Watson en Mouraria Puedes visitar el estudio de Camilla Watson en Mouraria. Así pues, entre Largo dos Trigueiros, donde se encuentra su estudio, y Beco das Farinhas, los vecinos más célebres de Mouraria presumen de barrio inmortalizados en una serie de fotografías que pueden contemplarse a lo largo de toda la calle. Doña Egilda, vecina de Mouraria Doña Egilda, vecina de Mouraria. Cuenta la fotógrafa que los vecinos se mostraron muy dispuestos a colaborar en la iniciativa: El proyecto de Camilla Watson «Um tributo», el proyecto de Camilla Watson. Viendo sus sonrisas abiertas hacia la cámara… hay que creerla. Doña Zulmira Y doña Zulmira. En Mouraria, barrio de diversidad cultural y espíritu muy portugués al mismo tiempo, quienes conviven son tan importantes como cualquiera de sus famosos fadistas y aquí nadie concibe no saludar al vecino cuando la vida cotidiana se desarrolla de ventana a ventana. Si buscas dónde comer en Mouraria, te recomendamos hacer una visita a O Forno do Alfarrabista (Beco dos Cavaleiros 11), Zé dos Cornos (Beco dos Surradores 5) y O Trigueirinho (Largo dos Trigueiros 17), todos ellos de cocina tradicional portuguesa, y O Cantinho do Aziz (Rua das Fontainhas a São Lourenço, 5), un restaurante mozambiqueño barato y delicioso. Nuestro paseo por Mouraria debe comenzar en Martim Moniz, junto a la blanca capilla de Nossa Senhora da Saude (cuando estés junto a ella, echa un vistazo al suelo. ¿Te suena lo que ves? Es la silueta de la iglesia plasmada en el empedrado a escala real). Iglesia de Nossa Senhora da Saúde Iglesia de Nossa Senhora da Saúde (¡fíjate en el suelo frente a ella!). Desde aquí puedes enfilar por la Rua do Capelão, que encontrarás un poco más adelante, a mano derecha. rua-capelao-mouraria-lisboa Desde ahí te recomendamos callejear (sin perderte calles como Beco do Jasmin, Rua dos Trigueiros o Beco das Farinhas) hasta terminar junto a las Escadinhas de São Cristóvão, un vistoso graffiti mural inaugurado hace pocos años donde quedan plasmados de forma divertida algunos de los elementos y protagonistas más significativos del fado. Escadinhas de São Cristovão Escadinhas de São Cristovão. Severa se agarra con descaro a Fernando Maurício, el rey -sin corona- del fado, rodeados por los temas más habituales del mismo y algunos símbolos de la ciudad, como la sardina que alimenta a todos los que disfrutan de las fiestas de San Antonio en junio: Escadinhas de São Cristovão Severa y Fernando Maurício representados en las Escadinhas de São Cristovão. También aparecen los cuervos (que según la leyenda acompañaron de vuelta a Lisboa los restos de San Vicente, patrón sí oficial de la capital). Escadinhas de São Cristovão El cuervo, otros de los símbolos de Lisboa, en las Escadinhas de São Cristovão. Desde aquí desembocarás en la Rua da Madalena; no termines aquí: continúa adentrándote ahora en el barrio de Alfama, y busca una tasca típica donde calentar el estómago con un caldinho verde y escuchar fados a media luz. Fado de Amália Rodrigues Representación del fado «Povo que lavas no rio» de Amália Rodrigues: «Povo que lavas no rio/Que talhas com o teu machado/As tábuas do meu caixão». Por cierto: antes de entrar en la Rua da Madalena, justo al salir de las Escandinhas de São Cristovão, echa un vistazo a tu derecha: este local mínimo alberga una de las librerías más antiguas, curiosas y pequeñas de Lisboa. Una pequeña librería en Mouraria La pequeña librería que desemboca en la Rua da Madalena. Conocer el barrio de Mouraria en Lisboa es imprescindible y necesario para profundizar en el lado más auténtico de la ciudad. Al lado de casa, en la plaza de Martím Moniz hay un gran supermercado CONTINENTE´.

Lugares emblemáticos

Feira da Ladra Dirección: Campo de Santa Clara, 1100-472, Lisboa. Cómo llegar: • Tranvía: nº 28 (Arco de São Vicente). Dicen que la Feira da Ladra de Lisboa recuerda al Rastro de Madrid, aunque a nosotros nos parece que la primera aún conserva el encanto de los mercadillos improvisados con todo tipo de curiosidades que desgraciadamente ha ido perdidiendo con el tiempo el famoso mercado madrileño. Feira da Ladra Entrada a la Feira da Ladra. Para nosotros, la Feira da Ladra es una visita interesante y casi obligada en Lisboa, pues curiosear entre sus puestos de antigüedades y objetos varios se ha convertido en una gran forma de pasar una mañana de sábado. Si tienes suerte y regateas bien, puedes llevarte a casa algunos recuerdos de Lisboa mucho más originales que los que encontrarás en cualquier tienda de souvenirs. Feira da Ladra Uno de los puestos de antigüedades de la Feira da Ladra. Un mercado negro La Feira da Ladra debe su nombre a su origen no demasiado legal, pues era el lugar donde se vendían los objetos robados. La feria se celebra desde la Edad Media, por lo que es el mercado más antiguo de Lisboa; de hecho, ha pasado por varios emplazamientos desde entonces hasta su localización actual, en el Campo de Santa Clara. Feira da Ladra La Feira da Ladra vista desde el Panteón Nacional. Encima de la Feira da Ladra se encuentra el Parque Clara-Clara o Jardim Botto Machado, un pequeño pulmón en el corazón de Alfama donde tomar un té helado y relajarse. Jardim Botto Machado El Jardim Botto Machado está justo sobre la Feira da Ladra. Además, esta feria está muy bien acompañada por el Panteón Nacional y la Iglesia de São Vicente da Fora, donde comienza, así que puedes comenzar la visita por Alfama en este punto e ir bajando hacia el resto de monumentos. En este itinerario te proponemos un recorrido por Alfama que incluye la Feria da Ladra. Qué comprar en la Feira da Ladra Muebles antiguos y objetos decorativos de segunda mano, como frascos de bebida, botes metálicos de despensa, cerámicas, lámparas, cajas… también es frecuente encontrar puestos de libros. Feira da Ladra Libros de segunda mano. Ropa, complementos y bisutería: desde la manta en el suelo con una montaña de ropa donde hay que pararse a revolver si quieres encontrar algo decente hasta los puestos establecidos como tales, donde los artesanos locales venden sus creaciones. Hay varios donde se venden brazaletes, collares y otro tipo de joyas supuestamente hechas en plata, pero es conveniente que te asegures de que el material sea el que crees para que no te den gato por liebre. Feira da Ladra No hemos podido evitarlo… Cerámicas y azulejos: si quieres comprar el típico azulejo de colores, el blanco y azul tan característico del estilo manuelino que abunda en Lisboa o uno pintado con motivos de la ciudad, como un tranvía, este es el mejor lugar para encontrarlo. Aquí hay gran variedad de puestos que los vende y si regateas un poco el precio, no son muy caros. Feira da Ladra Puesto de juguetes antiguos. Hay un puesto muy curioso, donde venden placas de cerámica en blanco y azul con el nombre de una profesión pintado en ellas. Muchas de estas profesiones se escriben igual en portugués que en castellano, por lo que es un recuerdo original para poner en tu espacio de trabajo. Objetos de coleccionista como monedas, carteles, discos, sellos o cámaras de fotos antiguas. Feira da Ladra Antiguos cómics y revistas en la Feira da Ladra. No te pierdas la Feria da Ladra si disfrutas conociendo el lado más auténtico de cada ciudad y te gusta buscar curiosidades y regatear: reserva un par de horas para perderte entre todos los puestos salpicados por los alrededores del Campo de Santa Clara y, quién sabe… quizás encuentres algún tesoro ;) Horario: Martes y sábados desde las 09:00 hasta bien entrada la tarde (dependiendo del tiempo que haga). Precio: Gratis
762 명의 현지인이 추천하는 곳
Mercado de Santa Clara 역
Campo de Santa Clara
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Feira da Ladra Dirección: Campo de Santa Clara, 1100-472, Lisboa. Cómo llegar: • Tranvía: nº 28 (Arco de São Vicente). Dicen que la Feira da Ladra de Lisboa recuerda al Rastro de Madrid, aunque a nosotros nos parece que la primera aún conserva el encanto de los mercadillos improvisados con todo tipo de curiosidades que desgraciadamente ha ido perdidiendo con el tiempo el famoso mercado madrileño. Feira da Ladra Entrada a la Feira da Ladra. Para nosotros, la Feira da Ladra es una visita interesante y casi obligada en Lisboa, pues curiosear entre sus puestos de antigüedades y objetos varios se ha convertido en una gran forma de pasar una mañana de sábado. Si tienes suerte y regateas bien, puedes llevarte a casa algunos recuerdos de Lisboa mucho más originales que los que encontrarás en cualquier tienda de souvenirs. Feira da Ladra Uno de los puestos de antigüedades de la Feira da Ladra. Un mercado negro La Feira da Ladra debe su nombre a su origen no demasiado legal, pues era el lugar donde se vendían los objetos robados. La feria se celebra desde la Edad Media, por lo que es el mercado más antiguo de Lisboa; de hecho, ha pasado por varios emplazamientos desde entonces hasta su localización actual, en el Campo de Santa Clara. Feira da Ladra La Feira da Ladra vista desde el Panteón Nacional. Encima de la Feira da Ladra se encuentra el Parque Clara-Clara o Jardim Botto Machado, un pequeño pulmón en el corazón de Alfama donde tomar un té helado y relajarse. Jardim Botto Machado El Jardim Botto Machado está justo sobre la Feira da Ladra. Además, esta feria está muy bien acompañada por el Panteón Nacional y la Iglesia de São Vicente da Fora, donde comienza, así que puedes comenzar la visita por Alfama en este punto e ir bajando hacia el resto de monumentos. En este itinerario te proponemos un recorrido por Alfama que incluye la Feria da Ladra. Qué comprar en la Feira da Ladra Muebles antiguos y objetos decorativos de segunda mano, como frascos de bebida, botes metálicos de despensa, cerámicas, lámparas, cajas… también es frecuente encontrar puestos de libros. Feira da Ladra Libros de segunda mano. Ropa, complementos y bisutería: desde la manta en el suelo con una montaña de ropa donde hay que pararse a revolver si quieres encontrar algo decente hasta los puestos establecidos como tales, donde los artesanos locales venden sus creaciones. Hay varios donde se venden brazaletes, collares y otro tipo de joyas supuestamente hechas en plata, pero es conveniente que te asegures de que el material sea el que crees para que no te den gato por liebre. Feira da Ladra No hemos podido evitarlo… Cerámicas y azulejos: si quieres comprar el típico azulejo de colores, el blanco y azul tan característico del estilo manuelino que abunda en Lisboa o uno pintado con motivos de la ciudad, como un tranvía, este es el mejor lugar para encontrarlo. Aquí hay gran variedad de puestos que los vende y si regateas un poco el precio, no son muy caros. Feira da Ladra Puesto de juguetes antiguos. Hay un puesto muy curioso, donde venden placas de cerámica en blanco y azul con el nombre de una profesión pintado en ellas. Muchas de estas profesiones se escriben igual en portugués que en castellano, por lo que es un recuerdo original para poner en tu espacio de trabajo. Objetos de coleccionista como monedas, carteles, discos, sellos o cámaras de fotos antiguas. Feira da Ladra Antiguos cómics y revistas en la Feira da Ladra. No te pierdas la Feria da Ladra si disfrutas conociendo el lado más auténtico de cada ciudad y te gusta buscar curiosidades y regatear: reserva un par de horas para perderte entre todos los puestos salpicados por los alrededores del Campo de Santa Clara y, quién sabe… quizás encuentres algún tesoro ;) Horario: Martes y sábados desde las 09:00 hasta bien entrada la tarde (dependiendo del tiempo que haga). Precio: Gratis

여행 팁

교통편

Consejos para viajar a Lisboa Lisboa no es un destino difíci

¿Cómo ir del aeropuerto de Lisboa al centro o a tu hotel? El Aeropuerto de Lisboa o Portela se encuentra situado a 7 kilómetros de la ciudad y tiene dos terminales comunicadas por un bus gratuito. Las opciones de traslado del aeropuerto al centro de la ciudad o a tu alojamiento son estas: Metro: la línea roja del metro que sale de la Terminal 1, operativa de 06h a 01h, te llevará al centro en media hora por 1,95 euros. Para llegar hasta las estaciones más céntricas como Baixa Chiado y Rossio tendrás que hacer trasbordo en Sao Sebastio, para enlazar con la línea azul o en Alameda para la verde